Mi experiencia me dice que las mujeres, a partir de los 50, sabéis que se necesitan cambios en la alimentación. Es cierto que, se van introduciendo variantes casi sin darse cuenta, de forma instintiva.
Muy probablemente comes frutas y verduras variadas, de todos los colores y tipos, de temporada, de proximidad, del hortelano; intentando obtener todos los nutrientes que tu cuerpo necesita. También habrás minimizado, de forma más o menos consciente, las grasas, los fritos, la comida procesada y los azúcares. Pero todo eso no es suficiente para garantizar los nutrientes que tu cuerpo necesita, en este momento de tu vida.
¡¡Ah!!, y ¿Qué nutrientes son los necesitamos en este momento?
A partir de los 35-40 años se inicia un proceso de pérdida gradual del músculo -Sarcopenia- y también de la fuerza de los músculos -Dinapenia-. La causa son cambios fisiológicos que ocurren de forma natural, que se suman a factores de estilo de vida, cambios en la función endocrina y otras enfermedades crónicas además de ciertas deficiencias nutricionales.

La aparición de la menopausia, ya desde los primeros síntomas del climaterio, también provoca cambios en las necesidades y requerimientos, precisamente por esos cambios en el funcionamiento hormonal.
Y si el nivel de actividad física ha sido moderado durante la juventud y hasta los 50, ahora se van a ver más afectados esos cambios. Ahora necesitamos establecer urgentemente unas rutinas de ACTIVIDAD FISICA tanto de tono y fuerza como de tipo aeróbico, que nos ayuden a minimizar las pérdidas y sean nuestro apoyo para mantener un buen funcionamiento del organismo.
A nivel nutricional, debemos garantizar una buena hidratación con unos 2 litros de agua al día, y una alimentación equilibrada, con frutas y verduras variadas, de temporada; con proteínas magras suficientes, eliminando procesados y tóxicos; en proporciones y cantidades adecuadas.
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Pero incluso, revisando lo que comemos y manteniendo unos hábitos envidiables, hoy en día, es prácticamente imposible encontrar en los alimentos los nutrientes que requerimos. No porque necesitemos muchos más, es porque en los alimentos ya no hay lo que debería haber.
Es bien sabido que, ni los tomates saben a tomate, ni las frutas tiene el aroma y textura que recordamos de nuestra infancia, por ejemplo. Los “cultivos intensivos”, sin abonos naturales, sin dejar reposar la tierra, más bien al contrario, estresándola con dobles y triples cultivos; la cría de animales en condiciones industriales, etcétera. y, sobre todo, una industria alimentaria que pone a disposición infinidad de productos que nos facilitan el tiempo de cocinado, o su conservación, pero a costa de la pérdida de lo más esencial: los nutrientes.


Si a partir de los 40 ya necesitamos apoyar el organismo con algunos nutrientes específicos; por el estilo de la alimentación que llevamos y la poca actividad física habitual, la suplementación se acaba de convertir en una obligación.
A partir de los 50, incluso desde los 40, vamos a necesitar suplementarnos con:
CALCIO: aporte mínimo necesario para mantener los huesos sanos y minimizar la evolución de la osteoporosis.
MAGNESIO: participa en más de 350 funciones en el cuerpo y, está demostrado que, en los alimentos, se ha perdido la mayoría de este mineral. Su carencia nos produce cansancio, dificultad en la conciliación del sueño, tics en el ojo, fatiga muscular o estreñimiento, entre otras.
VITAMINA D: el 68% de la población está en déficit, incluso en España. Imprescindible para mantener las defensas a buen nivel y un estado emocional equilibrado, también es primordial para no recuperar el peso perdido después de una dieta.
OMEGA 3: lo necesitamos para proteger la piel, las articulaciones, para protegernos de la inflamación crónica y, sobre todo, para la función cognitiva y el funcionamiento neuronal.
Vitaminas del grupo B: Intervienen en los procesos metabólicos de obtención de energía y son necesarias para la correcta función del sistema nervioso.
Proteínas: Diversos estudios realizados indican que los mayores de 50 años deberían aumentar esta cantidad mínima recomendada de proteínas de (0,8 a 1,2 g por kg y día) para conseguir la mayor síntesis proteica posible minimizando así el impacto de la sarcopenia.
Otros minerales como el Zinc o el Selenio, también son de vital importancia a partir de los 50, por ejemplo, para mantener un buen sistema inmunitario.
Los multivitaminas de las farmacias no valen para nada
Mi larga experiencia con el mundo de la suplementación, ya sea consumiendo o recomendando suplementos me dice que hay grandes diferencias entre las marcas que los comercializan. Hasta el punto de decirte que los típicos multivitaminas que venden en farmacias no valen absolutamente para nada.
Son importantes la biodisponibilidad, la concentración, el origen, etc, etc. Son conceptos que escapan del conocimiento de los consumidores pero que marcan la diferencia. Sin duda alguna decirte que USANA está en el top del mundo de la suplementación.
Mi recomendación es establecer unos buenos hábitos de actividad y descanso, así como de nutrición, y el uso diario de esta selección de suplementos que encontraras en mi web de USANA:

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