El Dr. Molins fue el creador de la “Dieta Proteinada”. Ha ayudado a miles de pacientes con obesidad y desórdenes alimentarios por todo el mundo. Científico, profesor universitario, escritor, conferenciante y experto en salud, bienestar y medicina integrativa. Ahora colabora con la mejor firma de suplementación del mundo: la estadounidense USANA®. (doctormolins@gmail.com)
PREGUNTA: Usted firma sus artículos como experto en salud, bienestar y medicina integrativa. ¿A qué se refiere?
RESPUESTA: En los últimos años he pasado de ser un médico de la enfermedad a un médico de la salud y me está resultando apasionante. Obvio que cuando alguien tiene una amigdalitis con pus, precisa de un antibiótico -eso sería ser médico de la enfermedad- pero, aumentar la inmunidad, la correcta nutrición de las células, y eliminar los tóxicos acumulados en mis pacientes para evitar que enfermen; lo considero ser “médico de la salud”.
La visión holística del individuo, y no mirar sólo la relación causa-efecto, proporciona salud y VIDA. Sin ser esclava de los buenos hábitos, adquirir rutinas saludables, proporciona VIDA con mayúsculas; no la que significa estar vivo, sino la que significa que vives intensamente, plenamente.
La salud no sólo depende de comer bien y estar delgada, la salud incluye el ámbito social, las relaciones personales, las emociones, la actividad física, la sexualidad, incluso la economía. Ese tipo de medicina que integra diferentes perspectivas del individuo para aumentar su bienestar, es mucho más efectiva y también más apasionante para el terapeuta.
P: ¿Cómo podemos mejorar nuestra salud a partir de cierta edad?
R: La salud no es fruto del azar o de nuestra genética. A los 20 años, nuestro cuerpo, en general, lo soporta casi todo. Es una máquina maravillosa con una capacidad de adaptación espectacular. Si la cuidamos desde la infancia, incluso si nuestra mamá nos cuida desde el embarazo, nuestra condición será mejor. Hoy sabemos que suplementarse con omega 3 y tener buenas cifras de vitamina D durante el embarazo están relacionados con una tasa menor de autismo, de TDAH y que el desarrollo cognitivo de los niños es mayor.

Pero, ¿Qué ocurre a los 40, a los 45, a los 50…? La máquina se desgasta, Según la hayamos cuidado, seguirá funcionando más o menos bien, pero empieza a necesitar atención especial. Si pensamos en lo que necesitan nuestras células, en aportarles los elementos esenciales para su correcto funcionamiento, y tenemos en cuenta que nuestra alimentación, aunque sea ordenada, presenta carencias; “BLANCO Y EN BOTELLA”, o le aportas suplementos a tu vida, o los problemas empiezan a aparecer.
Yo les pregunto a mis pacientes; ¿Cómo quieres vivir a los 80? Yo no quiero depender de un bastón, de un taca-taca o de una silla de ruedas, ¿Y tú? Hemos alargado los años de vida, pero de lo que hagamos a los 40 y a los 50 dependerá si le ponemos VIDA a esos años como dice el cantante Ricardo Arjona cuando le canta a la mujer de las 4 décadas: “Póngale vida a sus años, que es mejor”.
Habitualmente pensamos en la salud como algo que viene dado por genética o como algo que depende de la suerte. Eso es totalmente erróneo. A partir de los 40 años de edad, tu salud y bienestar es tu mejor inversión. Y cuando hablo de inversión me refiero a tiempo, dinero y esfuerzo.
P: ¿Como ve usted el futuro de la medicina?
R: ¡¡APASIONANTE!! Elegir la carrera de medicina, es adquirir un firme compromiso con el estudio continuo. Nos pasamos la vida estudiando, aprendiendo, buscando cómo ofrecer más y mejor calidad asistencial a nuestros pacientes. El ritmo de conocimiento está siendo vertiginoso y se han abierto nuevas vías que están cambiando, sin duda, la perspectiva de la medicina. Antes moríamos de infecciones, hoy morimos de enfermedades degenerativas, así que el cuidado, el conocimiento de nuestro cuerpo y establecer buenos hábitos, prolongará nuestra vida. En los últimos 10 años, se han publicado 95.936 trabajos científicos relacionados con la microbiota, es decir con las bacterias que colonizan nuestros intestinos. Hoy, analizando nuestro microbioma, casi se podría predecir de qué vamos a morir. Cada vez se relacionan más enfermedades con tener un tipo de microbiota u otra y la medicina está avanzando mucho en el cuidado y posible corrección de la misma. ¡¡¡Y, claro!!! Nuestra microbiota depende de lo que comemos. ¿Se imaginan la importancia del cuidado de nuestra nutrición a través de los alimentos y los suplementos? ¡¡Es BRUTAL!!

Otros campos avanzan de forma vertiginosa; la robótica, la cirugía a distancia, la genómica -que permitirán adecuar el tratamiento de una enfermedad de forma individualizada; pero sin duda, el cuidado de la microbiota adquiere una relevancia especial, porque una vez más nuestra salud depende de nosotros mismos.
P: ¿Qué es el “triángulo virtuoso” de la salud: Nutrición – Ejercicio – Descanso, que tanto cita usted en sus conferencias?
R: Son, sin duda, 3 pilares básicos de nuestra salud. El concepto de nutrición, entendido como el aporte a nuestras células de aquello que precisan para su normal funcionamiento, debería ser el pilar fundamental, la base del triángulo. En otro de los lados, y no menos importante, tenemos el ejercicio, la actividad física. Muchas hormonas son segregadas casi de forma exclusiva por los músculos que se comportan como la glándula endocrina más grande de nuestro cuerpo. Las mioquinas, que es como se llaman a las hormonas que segrega el músculo en actividad, intervienen en múltiples procesos biológicos como, por ejemplo, la regulación del azúcar en la sangre, la regeneración del tejido neuronal y más de 80 funciones conocidas.
Perdemos un 1% de nuestra musculatura cada año a partir de los 35, a partir de los 55, esta pérdida se incrementa. Mantener la fuerza y la masa muscular depende de cada uno de nosotros y condiciona el bastón (o no bastón) de los 80.
El tercer lado del triángulo se lo atribuimos al sueño. Hay órganos que trabajan a alto nivel durante nuestras horas de vigilia y precisan del sueño, de un sueño completo y reparador (nunca mejor dicho) para recomponerse. Nuestro hígado realiza millones de funciones bioquímicas cada hora para darle al cuerpo aquello que precisa en cada momento, pero él, necesita su tiempo de regeneración, y eso ocurre en el sueño. Nuestros músculos se reparan durante el sueño del daño sufrido durante el día. Pregúntale a una atleta de élite que parte importante de su acondicionamiento, de su entrenamiento, ocupa el sueño y te dirá que mucha. Si no duermo, no rindo. ¿Te suena esa frase? Y no es sólo a nivel cognitivo, mental, intelectual, sino también a nivel físico.

Pero a este triángulo le faltan muchos pequeños triángulos dentro. Se debe completar con una correcta hidratación: muy importante pues nos movemos en un magma de agua; con un tiempo de introspección: que puede ser la oración, la meditación, la reflexión… ¡Tú eliges! Le falta el triángulo de las emociones: el amor, las relaciones personales, afectivas, la unidad familiar. Le falta el triángulo de la actividad laboral, de un entorno laboral sano, de la relación con quien pasamos muchas horas al día en la mayoría de trabajos y, derivado de éste, el triángulo económico: que nos aporta tranquilidad y contribuye también a nuestro bienestar. Otros pequeños, pero importantes, triángulos se suman para una visión integrativa y holística de la salud. La contribución a la sociedad, el altruismo: en forma de trabajo o acciones para la comunidad, aunque sea la del entorno más cercano como nuestros vecinos, nuestro barrio, ciudad. Pequeños granitos de arena que ayudan a tener un mundo mejor y que nos proporcionan un bienestar emocional indescriptible, También esos pequeños triángulos forman parte de la salud integral.
P: Fue el creador de la Dieta Proteinada. ¿Como surgió la idea?
R: Se me atribuye la creación, pero los médicos no creamos nada. La Penicilina ya existía cuando Alexander Fleming encontró “estropeada” su cápsula de Petri. La observación le llevó al descubrimiento, el trabajo, la constancia y un objetivo marcado son los frutos de cualquier éxito.
El protocolo que en la actualidad se sigue con la Dieta Proteinada fue fruto de muchas horas de estudio, de intentar comprender qué ocurría con las dietas de pérdida de peso, y de la observación de varios miles de pacientes. En el año 98, en un congreso de medicina estética en Paris, escuché una conferencia del Dr. Jean Marie Marineau que me llamó mucho la atención. Me puse rápidamente a probar aquello que escuché e incluso aparecí en algunos programas de radio, vinculados con la salud, explicando de qué se trataban esos sobres de proteínas. A finales del 2003, dos franceses y un belga, sin nociones de nutrición, decidieron vender proteínas en España. Nos encontramos y allí empezó todo. Recuerdo que cuando me presentaron su dossier del protocolo en Serre Chevalier, en los Alpes franceses, en un refugio de montaña en medio de la nieve, casi no dormí. Anoté más de 300 correcciones; algunas lingüísticas y gramaticales, otras muchas de tipo técnico. Yo ya había estado realizando esta dieta desde el 98, y así se creó un protocolo de trabajo que hoy sigue vigente en muchos países en Europa, en América Latina en Norte América y no sé si quizás también en Asia, donde sé que se venden preparados similares a los que hoy en día usamos.
Los inicios fueron duros. Desmitificar a las proteínas suponía enfrentarse al colectivo de nutricionistas y también a los compañeros médicos, pero, al final, un lema por el que aposté desde el inicio que es “Rigor y ciencia para la pérdida de peso” se impuso. Las dietas cambiaron. Una vez entendido que las proteínas de buena calidad no provocaban daños en la pérdida de peso y que, con una correcta suplementación, los pacientes se mantenían en un equilibrio bioquímico saludable, la orientación dietética tomó nuevos rumbos. El tratamiento tuvo tal éxito que se ingresaron cantidades impensadas de dinero. Eso permitió llevar a cabo la siguiente idea: evidenciar lo que estábamos haciendo en nuestras consultas, realizar trabajos científicos, estudios que se publicaron dando evidencia a lo que hacíamos cada vez más médicos en nuestro trabajo diario.
P: ¿Sigue vigente hoy en día la Dieta Proteinada?
R: Apareció Dukan y su primer libro, en un terreno abonado porque ya las proteínas no daban miedo. Ya se habían desmitificado. Hoy, la dieta Keto está de moda, con todos sus riesgos por no ser supervisada desde el punto de vista médico y por no suplementar al paciente con los minerales y las vitaminas necesarios; pero causando furor entre sus seguidores y problemas médicos que vamos viendo cada vez más en nuestras consultas. Pero en realidad, hoy ya sabemos algunas cosas y es que los carbohidratos tienen que restringirse en una dieta de pérdida de peso, que las grasas buenas son necesarias y que sin suplementación no hay salud.
Si durante una dieta equilibrada, balanceada como dicen en Latinoamérica, ya hay déficits nutricionales (hoy en día NO todo lo necesario está en la comida) imagina en una dieta restrictiva para perder peso. “Suplementar ya no es una opción, es una obligación para cuidar de nuestra salud”.
Es curioso; recuerdo que en la presentación de mi libro “La Dieta Proteinada” en febrero del 2012, ahora hace 10 años, Pablo Duran que hacía la presentación de mi obra en la casa del libro, en el Paseo de Gracia de Barcelona decía; “Estoy seguro de que esta dieta tendrá un largo recorrido”, y así ha sido. No se ha convertido en una dieta de moda, de temporada, sino que se ha convertido en un tratamiento médico del sobrepeso, la obesidad y las enfermedades que la acompañan. Así la presentaba, y lo sigo haciendo, desde el 2004 cuando imparto los cursos de formación sobre esta Dieta.

Más de 2000 médicos formados directamente y unos miles más indirectamente a través de un equipo de formadores a los que tuve el placer de instruir, y que se han encargado de difundir la dieta por varias decenas de países. Si, la Dieta Proteinada sigue perfectamente vigente casi 25 años después.

Me llena de orgullo saber que, con mi trabajo y el de los equipos generados, se ha ayudado a mucha gente a ser más saludable y más feliz.
P: Lleva media vida luchando contra la dicen es la mayor “pandemia” de nuestro tiempo: la obesidad. ¿Cómo afecta la obesidad a nuestra sociedad?
R: Más de media vida. A los 25 ya estaba prescribiendo dietas en mi consulta y acabo de cumplir 61. Es una verdadera pandemia y ninguna dieta la está pudiendo parar. En mi opinión, sólo hay dos opciones: EDUCACION, educar en las escuelas es el pilar fundamental. Debería ser un juego para los niños que acabara repercutiendo en los adultos. Ya conseguimos que los peques nos dijeran “me estás intoxicando con el humo de tu cigarrillo; deja de fumar”, ojalá algún día, cuando le sirvan a un niño carne empanada, nadando en aceite acompañada con patatas fritas, les diga a sus padres, “Me estáis enfermando, esta comida no es saludable, mis células necesitan otras cosas”.
Los costes relacionados con la obesidad y el sobrepeso en España ascienden a más de 25.000 millones de euros y crecerán un 211% hasta el año 2060, cuando equivaldrán al 2,4% del PIB español. Así se puede ver en un estudio coordinado por la World Obesity Federation. Pronto será insostenible. Sin embargo, las medidas que podrían adoptar los gobiernos están siendo lentas y escasamente eficaces. Las máquinas de vending de las escuelas han cambiado, ¡Ya era hora! Ahora dispensan fruta y productos saludables en lugar de bollería industrial, pero hay comidas que, por insanas, deberían estar prohibidas. ¿Por qué le ponen azúcar al jamón de York o a la longaniza? Porque la industria alimentaria sabe del poder adictivo de la mezcla de grasa, sal y azúcar. Si a esa tríada le añades el crujiente (como en las patatas fritas) aparece el spot publicitario de: “A que no puede comer sólo una?” no hay nada más adictivo que esa mezcla y la industria alimentaria lo sabe; como otras muchas cosas. Espero que, por el elevado coste social que supone la obesidad, se tomen medidas en esas dos líneas; regulación y educación alimentaria. Sinceramente; espero verlo.
P: ¿Como afecta la obesidad a nuestra salud? ¿Por qué parece que en otros países como los asiáticos no afecta?
R: En el 2018, salía publicada esta cifra: “Hoy, 200 millones de chinos, aproximadamente 15 % de los adultos, padece exceso de peso. De este número, 90 millones -más o menos el siete por ciento- son obesos”. ¡Claro que afecta también a países asiáticos!
Si bien la distribución mundial de la obesidad no es homogénea, las cifras van en aumento en todos los países.
Cuando en el 2013 empecé a formar médicos en Chile, conocí las elevadas tasas de obesidad infantil y dije “Oh My God, estamos perdidos”. Si la siguiente generación ya está siendo obesa desde la infancia, ¿Cómo vamos a evolucionar? Hay una frase típica en Chile y también aquí la hemos oído muchas veces en boca de nuestros abuelos: que dice: “Niño gordito – niño sanito”. Nada más lejos de la realidad. El sobrepeso y la obesidad son incompatibles con un estado saludable. Algunas personas creen que por que en sus controles de sangre no tienen el colesterol alto, no tiene el azúcar elevado y no se medican para la hipertensión están sanos a pesar de estar en sobrepeso. Cierto es que prefiero un gordito activo que un delgado pasivo (en cuanto a la salud se refiere), pero de eso a pensar que una persona con sobrepeso y obesidad puede estar sana, NO, rotundamente NO. El sobrepeso ataca a las articulaciones, al sistema vascular, a nuestros órganos nobles como el hígado, los riñones, el corazón y también afecta a nuestro cerebro, al desarrollo cognitivo, a las neuronas. El coste social en sanidad, derivado de la obesidad y el sobrepeso, será insostenible en pocos años si la tendencia no cambia. Dicen que: “El sueño de toda mujer no es encontrar un príncipe azul, sino que es comer sin engordar”.; yo añado: y de los hombres. Es posible que llegue la pastillita que impida engordar a pesar de comer lo que nos apetezca, pero, no serviría de nada, porque lo importante, más allá del peso saludable, está en NUTRIR saludablemente a nuestras células para que puedan ejercer sus acciones de forma óptima.
P: ¿Qué les diría a las mujeres que son obesas y no consiguen perder peso, por más que lo intentan?
R: Les diría dos cosas de entrada: “El intento es el sinónimo del fracaso” Las cosas no se intentan, se hacen; y la segunda: “Eligieron el intento equivocado”. ¡Se puede SI, claro que se puede!

Se precisan varios ingredientes para cocinar un peso saludable:
1-. Conocimiento; y como no nos han enseñado en la escuela, lo mejor es dejarse educar por un profesional de la salud.
2-. Esfuerzo; No existe la pastilla para comer a base de antojos y perder peso, por ello, durante el periodo del tratamiento dietético el esfuerzo a realizar con lo que comemos y con lo que querríamos comer y no podemos, es necesario.
3-. Constancia; y es que no vale aquello de intentarlo de lunes a viernes, comer paella el domingo y volver a intentarlo el lunes. Constancia que debe continuar una vez alcanzado el peso adecuado, porque sin eso, no hay éxito. No vale con llegar al peso deseado y “abrir la veda” para comerme todo lo que no he comido durante la Dieta.
4-. Cambio: sin cambio, el intento se convierte en fracaso. Dieta significa pauta de vida y comprende más cosas que no sólo la forma de comer y alimentarnos. Es obvio que, esa pauta de vida le llevó a la obesidad actual y que, si después de alcanzar el peso saludable, regresamos a los hábitos anteriores, tarde o temprano volverá al peso anterior.
M.Dolors Muntané escritora y redactora científica, con varios libros publicados diferenciaba muy bien lo que era una dieta terapéutica (aquella que cura de la obesidad) de lo que es una dieta saludable (la que permite una pauta de vida saludable). Las personas obesas deben pasar por una dieta terapéutica que les lleve al punto cero de salud, para emprender una Diaeta (dieta en griego) como estilo de vida saludable.

Mezcla estos 4 ingredientes en el plato de los buenos hábitos y vivirás llena de VIDA.
P: ¿Qué porcentaje de responsabilidad piensa que tiene la industria alimentaria en la plaga de obesos-as?
R: No sabría valorar las cifras en porcentajes que la industria supone, pero, sin duda es alta. Sin embargo, el desconocimiento, en mi entender, tiene mayor importancia. Si te ponen en la comida sustancias adictivas, es porque le van a sacar un mayor beneficio a esas ventas derivadas de la adicción que han creado.
Hemos hablado del azúcar, una droga que es 20 veces más adictiva que la cocaína, pero: ¿Has intentado comer sin azúcar durante 20 días?
Es el experimento que realizó una familia -creo recordar- que es sueca. La odisea empieza por conseguir alimentos sin azúcar, que no lo lleven ni camuflado en sus etiquetados; ¡¡¡FUE DIFICIL!!! Luego se sometieron a una dieta variada, colorida, de proximidad, con productos del hortelano y SIN AZUCAR. Los resultados en salud fueron espectaculares. Te recomiendo leer el resultado de la experiencia, merece la pena.
Cuando visitamos el supermercado, nos encontramos en primera fila, siempre visibles, con colores llamativos, a los productos ultraprocesados. Son los más apetitosos, los que más nos satisface comer, pura porquería, basura para nuestro cuerpo. Sin embargo, los alimentos saludables ocupan un segundo plano en la exposición, en los estantes. Eso la industria alimentaria lo sabe.
Las promociones, descuentos, bonificaciones, etc. rara vez se aplican a un kilo de brócoli (mi verdura más saludable), y sí a la comida chatarra.
La responsabilidad de la industria alimentaria y el déficit regulatorio de la administración pública, sí son responsables de la pandemia de obesidad que azota al mundo, aunque no sabría decir en qué porcentaje de influencia.
P: Usted es un ferviente defensor de suplementar con vitaminas y demás, una dieta con alimentos naturales. ¿No le parece que esto es “artificial”?
R: Somos física y somos química.
Le invito a conocer la composición de una manzana, no cualquier manzana, sino la manzana más perfecta, la del paraíso. En su composición, está llena de ácidos como el málico, el salicílico, el oxálico, el cítrico, el ascórbico y lleno de aditivos y conservantes como el tocoferol y el ácido ascórbico, y metales como el zinc y el cobre. En algunas de mis charlas escribo en la diapositiva la fórmula completa de una manzana y les digo; ¿Se comerían esto? La respuesta es siempre No, gracias, eso es química. En la siguiente diapositiva, mantengo el texto y cambio la fotografía exhibiendo una manzana roja, con un mordisco. ¡¡SORPRESA!! Comemos química, porque nuestras células necesitan de esos ingredientes para provocar reacciones que mantengan a nuestro cuerpo saludable.

Si tomamos un huevo de gallinas en libertad, de los supuestamente saludables, no rompemos su cáscara y lo deglutimos crudo. Para preparar una tortilla francesa, sometemos a la clara al castigo de nuestro tenedor, batiéndola junto con la yema y montando esa clara para ponerla a freír en una sartén con aceite a más de 100 grados. Entonces ocurre una reacción química que consiste en la floculación de las proteínas que han cambiado su disposición estructural líquida y adquieren otra, la de forma de tortilla. La cocina no es más que un juego de química aplicada a nuestros alimentos. También nuestro cuerpo está en un constante juego de química, miles de millones de reacciones químicas ocurren en cada milisegundo.
Los que tenemos cierta edad, recordamos el olor de los campos abonados con estiércol, dejados en barbecho para que crecieran las baterías de ese suelo y lo llenaran de nutrientes que, a través de las verduras, acabarían en nuestro plato. Hoy, desgraciadamente, las verduras que ingerimos han perdido hasta un 70 y un 80% de algunos nutrientes. Hoy está bien, sigue estando bien, comer verdura fresca, variada, de temporada, colorida y de proximidad, pero no es suficiente. Necesitamos cosas que ya no están en las verduras o que están en cantidades escasas. Cuando una mujer se embaraza, el ginecólogo le receta ácido fólico, esto no ocurría antes y el motivo no es sólo porque la ciencia haya avanzado en ese aspecto, en ese conocimiento (que sí lo ha hecho) sino que las verduras han disminuido en más de un 75% su contenido en algunos nutrientes. Si la mamá no tiene suficiente ácido fólico, el bebe puede nacer con defectos del tubo neural. Pues bien, así con muchos nutrientes.
Por otro lado, cuando pensamos en nutrición y en cuales son las cantidades recomendadas diarias de un nutriente, nos encontramos con un paradigma interesante, sorprendente.
¿Sabes lo que es la CDR (cantidad recomendada diaria) de un nutriente? Se trata de la cantidad que debemos ingerir de un nutriente para no enfermar. Así pues, en lo que a la vitamina C se refiere, necesitamos 75 mg de Vitamina C al día, para no enfermar de escorbuto. Pero, cuando estudiamos las acciones que la vitamina C hace en nuestra bioquímica, vemos que: es un buen antioxidante, que interviene en la creación de colágeno, que nos ayuda a mantener nuestros dientes sanos, que es importante para la absorción del hierro, y así muchas funciones más. Pero para ello, buscar la dosis óptima de vitamina C diaria, que nuestro cuerpo necesita, pasa de ser de 75 mg (CDR) a ser de 1 gramo (1000mg). Lejos, muy lejos de la CDR.
Calculemos; para tomar 1 gr de vitamina C al día necesitamos tomar 10 vasos de zumo de naranja de las buenas, de las de Valencia, recién cogidas, y eso nos va a aportar unas 1200 calorías. ¿Qué te parece? ¿No crees que es más saludable y más económico tomar un suplemento de vitamina C?
¿Eso para la vitamina C, y para todas las otras? Deberíamos tomar unas 20 toneladas de comida al día para conseguir las dosis de vitaminas óptimas que requieren nuestras células.
La frase: “no necesito suplementos, yo ya como bien” se quedó en el tintero del siglo XX. Luis Ignarro, premio Nóbel de medicina dijo en una de sus excelentes charlas: “Si tu médico no ve con buenos ojos que tomes suplementos nutricionales; es hora de que vayas pensando en cambiar de médico, a un médico más progresista”.
Pero no todo vale y no todos valen. Llevo desde 1988 haciendo formulación magistral primero (muchas horas de farmacia y mucha lectura de bibliografía), luego recetando suplementos, e incluso fabricando mi propia gama para la pérdida de peso, pero en el 2018 conocí a una empresa en Salt Lake City, Utah, que me enamoró. Me enamoré de su filosofía, de sus valores, pero sobre todo de su tecnología.
Fabrican suplementos nutricionales como si estuvieran fabricando medicamentos, con todos los controles de calidad autoimpuestos por decisión de su fundador, Myron Wentz un científico de prestigio, Premio Albert Einstein y descubridor del test de la mononucleosis infecciosa entre otras contribuciones al mundo de la ciencia.
Cuando tenemos que elegir un suplemento, no vale irse a la estantería de un supermercado y decir, “este mes me tomo vitamina C porque Molins ha dicho en su redactado que es muy buena para absorber el hierro, para fijar el colágeno, para…tantas cosas. Y al mes siguiente dejo de tomarla y me toma vitamina D, si, la del sol, esa que nos falta más en verano, curiosamente.
Muchos fabricantes usan el suplemento de moda para poner una mayor cantidad de suplemento en sus cápsulas, grageas, perlas o polvitos de turno y no: “Más, en suplementación, no siempre es mejor”. Para sacar un producto al mercado se requieren pruebas, análisis, estudios y USANA, el laboratorio del que les estoy hablando, los realiza de cada producto que saca al mercado.
Ahhhhhh!! que este viene enriquecido con dos vitaminas más, es más completo: ¡¡¡es mejor!!! Pues no, este pensamiento también es erróneo. Para poner en el mercado un producto con varios ingredientes, se precisa un estudio de compatibilidad y de sinergias. Es decir, saber cómo suman, restan o multiplican sus efectos juntar esos ingredientes. Usana realiza este tipo de estudios para cada producto que pone en el mercado.
Por estas cosas, y por algunas incidencias técnicas más, es por lo que elijo suplementar a mis pacientes con USANA. No quiere decir que no use otros, cuando alguien precisa hierro, recurro a la farmacia, cuando alguien da positivo de Covid, le doy una dosis alta de vitamina D, C y un conjunto de antioxidantes y vitaminas y su sintomatología pasa a ser casi nula, pero sin duda, para optimizar a mis pacientes sanos, uso lo que considero lo mejor, en calidad, en estudios, en tecnología de producción, etc. Tomar vitamina C extra, es necesaria tal como he comentado antes, pero, ¿Por qué tomarla en forma de ácido ascórbico? Si la tomo en forma de ácido puede provocarme molestias gástricas; USANA ha desarrollado una patente con una vitamina C en forma de tres sales de magnesio, zinc y potasio, que ha demostrado en estudios científicos, mayor disponibilidad, mayor duración en sangre y menos molestias. Este es un ejemplo de la ciencia que acompaña a 30 años de historia de USANA®. Es por eso que lleva años considerada por la revista Nutrisearch, dirigida por el exdiputado canadiense Lyle MacWilliam y que analiza 1500 productos de los mercados de EEUU, Canadá, México y Colombia como el mejor suplemento nutricional del mundo.

Sus esenciales para la célula, CELLSENTIALS como ellos los llaman, para la mujer de 50 años son imprescindibles, igual que el magnesio, el calcio, la vitamina D o el Omega 3. Un estudio de hace 2 años, les permitió obtener una patente, pues demostró el alargamiento de la vida celular en las personas que los tomaban.
Recientemente han puesto en el mercado un estabilizador de las emociones. Yo no conocía casi nada de la medicina ayurvédica y cuando vi la composición y leí: lleva melisa, azafrán (hasta aquí ok) y Ashwagandha me dije, ¿Y eso qué es? Bendita ignorancia. Miré en internet y al dirigirme a Pub Med, la biblioteca nacional americana, la biblia de los médicos, vi que había 1300 artículos científicos publicados sobre las propiedades de esta planta.
La empecé a probar en mis pacientes y en mi familia y los resultados han sido espectaculares. Se trata de una planta adaptógena, que son un grupo de plantas que suponen actualmente una nueva clase de reguladores metabólicos que permiten aumentar la capacidad de adaptación del organismo a los factores ambientales y evitar los efectos negativos en el organismo de los mismos.
He tenido anécdotas muy interesantes son la administración de esta planta. En pacientes ansiosos, durante la dieta de pérdida de peso, les ha reducido notablemente la ansiedad. “Agustí, Agustí, oye, esto es fantástico; tienes que incorporarlo al protocolo de tratamiento; esta vez no me está costando esfuerzo llevar a cabo tus instrucciones”, decía un paciente hace un par de semanas. O el caso de otra paciente, que se reincorpora a su actividad laboral después de la baja por maternidad y, envuelta en una espiral de estrés, le di a tomar la Ashwagandha. Quince días después estaba mucho más relajada, era activa y resolutiva en su trabajo y había normalizado su ansiedad. La anécdota ocurrió en la tercera semana, por descuido dejó de tomarlas y una mañana su marido le gritó: “Pero quieres hacer el favor de volver a tomarte esas pastillas que te dio Molins?” Cuando me lo contaba, no podía contener la risa imaginando la escena.
Mejorar la calidad de VIDA de mis pacientes es mi principal objetivo, vivir un estilo de vida saludable requiere cambios e incorporar la suplementación a nuestra nutrición, es uno de esos cambios importantes.
Por calidad, por seguridad, por innovación, recomiendo USANA a mi familia y a mis pacientes, como básicos para una vida saludable.