¿Por qué me pica la piel?

 
Existen muchos motivos por los que te puede picar la piel, neurodermatitis, alergias, cambios en la menopausia, psoriasis, etc… Te ayudamos a identificar tu caso para que puedas prevenirlo y aliviar los picores.

A pesar de ser un problema “menor”, cuando nos pica la piel puede llegar a ser muy molesto ya que la tendencia a rascarnos convierte esa acción en un bucle picor-rascarnos exasperante.

Esta afección es motivo de gran parte de las consultas dermatológicas y su origen puede ser realmente complejo de averiguar ya que hay un interminable abanico de enfermedades cuyos síntomas incluyen picores en la piel.

Si descartamos estas enfermedades y nos centramos en “problemas menores” relacionados exclusivamente con la piel podemos enumerar 6 causas muy habituales por las que te puede estar picando la piel. Vamos a intentar averiguar cual es la tuya en particular

Dermatitis atópica

Dermatitis atópica en una pierna

También conocida como neurodermatitis, es una reacción inflamatoria típica de pieles secas y que aparece en forma de brotes asociados a distintas épocas del año.

El término atópica hace referencia a la forma que tienen ciertas personas de reaccionar excesivamente ante sustancias o estímulos ambientales. En el aparato respiratorio se manifiesta con asma. Si afecta a los ojos y la nariz, se produce lagrimeo y estornudos.
La piel atópica se caracteriza fundamentalmente por la sequedad de esta, lo que conlleva a su escamación e irritación y provoca síntomas molestos como el picor. Se trata de una forma constitucional de cutis seco con poca agua y grasa, por lo que se descama e irrita con mucha facilidad. En esta afección influyen diversidad de factores externos y psíquicos, así como también hereditarios. Una dieta demasiado rica en carbohidratos y azúcar también facilita la dermatitis atópica.

Para aliviar los picores, hidratar la piel frecuentemente es fundamental incluso 3 o 4 veces al día. En farmacia puedes encontrar cremas corporales y faciales hipoalergénicas. Y en casos concretos, cuando hay brotes severos, el dermatólogo puede recetar una crema con corticoides para aliviar el picor.

Xerosis

Talón con piel seca y agrietada por xerosis

Es el nombre médico que se refiere a la piel seca y deshidratada. Y afecta sobre todo a mujeres de más de 50 años. Está causada por una falta de agua en la piel, que puede deberse al envejecimiento o a enfermedades como la diabetes, entre otras. El resultado es una piel seca, áspera y tirante que produce picor y que puede llegar a adquirir un aspecto áspero y escamoso.

La causa habitual de la xerosis es la alteración del manto epicutáneo. Esta es la capa más externa de la piel, compuesta por una emulsión hidrolipídica propia que tiene un ph ácido y cuya función es evitar la deshidratación y actuar como agente antibacteriano. El manto epicutáneo se debilita con la menopausia por la disminución de la secreción grasa de la piel. También una limpieza inadecuada con jabones agresivos, agua muy caliente o mucho tiempo en la ducha desactivan la importante función de esta capa.

La xerosis suele aparecer principalmente en la piel de brazos y piernas. Una de las áreas corporales en las que la xerosis es más frecuente son los talones, en los que la sequedad cutánea desencadena con frecuencia la aparición de grietas.

Los consejos para evitar la xerosis y recuperar la salud de tu piel son:

• Protección solar.

Lo que es fundamental en cualquier caso, cuando hablamos de piel con xerosis es imprescindible. La radiacción solar directa hace que nuestra piel pierda agua de forma masiva y la deshidrata muy rápidamente.
Por lo que un protector solar de calidad con factor de protección alto y acción hidratante va a minimizar el daño que sol nos causa.

• Extremar los cuidados en la higiene diaria.

Aunque no lo parezca, después de una ducha nuestra piel pierde hasta un 15% de su hidratación y gran parte del manto epicutáneo, dependiendo del gel o jabón que uses, la temperatura del agua, de si usas esponjas más o menos abrasivas, y otro tanto por la toalla a la hora de secarte.
Por lo tanto las recomendaciones son; uso de geles con ph neutro, ducharse con agua templada, no caliente, evitar uso de esponjas aplicando los productos con la mano, no prolongar el tiempo de la ducha y secarse con toallas suaves sin frotar, aplicando ligeros toques.
También es importante aplicar algún producto inmediatamente después de la ducha para evitar la evaporación del agua contenida en la piel.
También hay que prescindir de aplicar directamente sobre la piel cualquier tipo de loción, colonia o similar que contenga alcohol.

• Usar productos específicos.

En general la cosmética para las pieles con xerosis debe incluir los siguientes ingredientes “base”: lípidos sustitutivos de los lípidos naturales cutáneos perdidos; lípidos fisiológicos para la restauración de los elementos estructurales del estrato córneo; hidratantes y humectantes para equilibrar el contenido de agua y restablecer la función barrera del estrato córneo; y antipruriginosos para aliviar el prurito o picor, uno de los síntomas más característicos de estas pieles.

Dermatitis por contacto

Existen miles de productos químicos que forman parte de jabones, cosméticos, detergentes, etc y usamos habitualmente que son inocuos para las pieles sin problemas alérgicos, pero que a las personas que sufren la patología llamada dermatitis por contacto les pueden causar hinchazón, picor, eritemas e incluso ampollas. Esto también puede ocurrir con determinadas prendas de vestir de tejidos sintéticos y algunos metales como el níquel.

Lo más importante en estos casos es identificar las sustancias que causan estas dermatitis por contacto y evitarlas. Las pruebas alérgicas con parches cutáneos del dermatólogo es una buena forma de descubrirlas.

Alergia solar

El sol puede causar dermatitis en pieles sensibles

También llamada intolerancia al sol. Es una reacción de nuestro sistema inmune a la exposición directa al sol. Puede provocar unos síntomas muy intensos de picor, dolor y enrojecimiento de la piel en la cara, escote, brazos o piernas que se pueden prolongar hasta días después de recibir la radiación solar.
La mejor prevención sin duda es evitar el sol pero no siempre es posible por lo que es recomendable tomar nutricosméticos que refuerzan la piel y disminuyen su reactividad extrema. Obviamente el uso de fotoprotección con un factor alto es imprescindible.

Estrés

La piel y el sistema nervioso están altamente conectados. En situaciones de estrés se liberan una serie de hormonas que provocan varios cambios fisiológicos.
La gran culpable es la hormona cortisol, muy necesaria en caso de huida de un peligro real como un tigre que nos ataca, pero que en la actualidad no cumple su función y al ser mantenida en el tiempo y no neutralizarla adecuadamente nuestro cuerpo se resiente de múltiples maneras, especialmente nuestra piel, pudiendo provocar distintos problemas como brote acnéico, urticaria, rosácea, sequedad, picores, caída del cabello, sudor excesivo, psoriasis y eczemas.
Vamos, todo un rosario de enfermedades cutáneas que hay que evitar, controlando nuestro estrés.
Si ya de por sí tenemos algún problema en la piel, ten por seguro que el estrés lo va a empeorar.

Hongos

Un problema muy típico y frecuente son los hongos en la piel. Suele darse en verano por el uso de espacios húmedos comunes como las piscinas.
Los hongos en la piel proliferan gracias a la humedad y el calor y por ello se instalan en zonas donde se acumula el sudor y el calor como en los huecos de los dedos, el denominado pie de atleta. Pero también pueden aparecer en las manos, las axilas y la espalda, apareciendo como una serie de manchas blancas o rojizas, acompañadas de picor.
Para solucionar este problema es muy útil el uso de antimicóticos, ya sea en pomada o polvos, de venta en farmacias.